sábado, 15 de noviembre de 2014

EDUCIÓN PRIMARIA

¿Qué cosas se presenta en la educación primaria? 

 Bueno en esta edad del niño, muestra una actitud optimista y alegre o desenfadada, esta controlando sus temores con facilidad, haciendo gala de buen humor, realizando travesuras y sin que nada le 
preocupe. 
Una serenidad global en sus emociones, manejando y controlando su voluntad con facilidad, superando temores y fobias, lo que le permite mejorar  cualitativamente su desarrollo intelectual. 

En esta etapa, el abanico de referentes de los niños va abriéndose, cada vez más, del ámbito familiar al escolar y social. 
Si bien los padres y hermanos continúan siendo modelos para ellos, también comienzan a serlo maestros, compañeros, amigos y otras personas significativas de su entorno próximo y distal. 





 A medida que el niño adquiere mayor capacidad cognitiva, va ampliando la relación social y crece la posibilidad de control emocional condicionado por la propia cultura. 
 Últimamente, se han venido realizando estudios sobre el control de la ansiedad y el rendimiento académico en alumnos de edades comprendida entre los 6 y los 12 años, elaborándose instrumentos que miden el nivel y la naturaleza de la ansiedad de los niños, la ansiedad como estado y como rasgo y la ansiedad de los escolares en los primeros años de la educación primaria. 

En general, estos estudios han mostrado una correlación inversamente proporcional entre la ansiedad y el rendimiento académico, que va mejorando progresivamente por cursos, mostrando los chicos menor ansiedad que las chicas. 



 Las investigaciones realizadas en los últimos veinte años han puesto de manifiesto que las habilidades emocionales y sociales en los niños se relacionan con su rendimiento académico temprano, mostrando que los niños tienen dificultades para prestar atención, seguir instrucciones, llevarse bien con los demás y controlar las emociones negativas de enojo y angustia.

 En el caso de muchos niños, el logro académico durante los primeros dos o tres años de formación 
escolar parece tener fundamento en una base sólida de sus habilidades emocionales y sociales. Considerando estas aportaciones, parece evidente que el ajuste emocional de los niños juega un rol importante en la predicción de la probabilidad de su éxito escolar, con lo cual podríamos preguntarnos:

¿De qué forma ayudamos a los niños a desarrollar su competencia emocional y evitar sus dificultades para que lleguen a la escuela preparados para aprender? 





 Para poder dar respuesta a esta pregunta, se han venido diseñando y desarrollando distintas líneas de intervención entre las que cabe destacar las siguientes. 

De baja intensidad en el aula, para cambiar la manera de pensar de los niños en situaciones emocionales y sociales, mediante el empleo de modelados, la asunción de roles y la discusión en grupo. En este sentido, los maestros pueden utilizar una pequeña parte del tiempo lectivo a enseñarles cómo identificar, clasificar los sentimientos, comunicarse con otros apropiadamente, a distinguir 
emociones y a resolver conflictos con los compañeros. 

De baja o moderada intensidad en el hogar (programa de capacitación de padres), basado en un conjunto de investigación dedicadas al desarrollo de las habilidades de los padres para el ajuste emocional infantil. Estos programas varían en función de su planteamiento, intensidad y ubicación respecto a donde se implementen (programas de visitas a casa, apoyo por teléfono, talleres 
de las habilidades de padres). 

De facetas múltiples, en el hogar y en la escuela, para niños en situación de riesgo moderado, donde se tratan las dificultades emocionales y de comportamiento en el hogar y en la escuela, en situaciones de riesgos antisociales y absentismo o abandono escolar, demostrando una notable eficacia en la reducción de dichos comportamientos y mejora de las habilidades sociales, emocionales y académicas.

La autorregulación emocional además de mejorar la comprensión emocional, el desarrollo emocional durante la infancia implica avanzar en el control y regulación de las propias emociones.
A veces, los estados emocionales alcanzan tal intensidad que se vuelven perturbadores y son poco adaptativos.
 Durante los primeros años, los adultos tratan de regular y modificar estos estados del bebé, haciendo que sepa adaptarse y afrontar las diferentes situaciones con unas implicaciones emocionales reguladas y manejables.
 A medida que los niños crecen, este control externo de las propias emociones tiene que irtransformándose en un  autocontrol, mediante el que los niños aprenden a evaluar, regular y modificar, si es preciso, sus propios estados emocionales.

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